Desde hace casi un año los cordobeses asistimos a la instalación de Hector Pichi Campana como candidato a Intendente de Córdoba. Sin dudas su condición de ídolo deportivo y su trabajo en la Fundación Corazoncito hicieron que lo elijan como Concejal del Frente Nuevo en el año 2003, y quede posicionado como una persona conocida y respetada por los ciudadanos de la Ciudad.Durante su gestión como Concejal, Pichi Campana buscó diferenciarse siempre de Luis Juez y el Frente Nuevo para abrir su propio camino, incluso rechazó el ofrecimiento de ser candidato a Diputado Nacional en el 2005 que finalmente aceptó Daniel Giacomino.
Hoy su discurso pretende instalar la idea de que no importa quien sea el próximo Gobernador de la provincia, lo importante es que el sea Intendente de la Ciudad.
Sin dudas creemos que está profundamente equivocado. Nuestra provincia está sumergida, desde que De la Sota asumió, en un modelo neoliberal que endeuda el Estado y que lo privatiza; caracterizándose por la corrupción organizada, que beneficia principalmente a los grandes empresarios, entregándole negocios millonarios a espaldas del pueblo.
Ejemplos del menemismo tardío de De la Sota fueron: intentar vender por monedas el Banco de Córdoba y la E.P.E.C. (idea que quedó en la nada gracias a la resistencia de los trabajadores y el pueblo y a que luego el Presidente Kirchner lo vetó). Otras muestras en el mismo sentido son el irregular manejo de la Lotería de Córdoba y el “negociado” de los tragamonedas; el Contrato de concesión de 20 años de Aguas Cordobesas que tiene la oposición de la mayoría de los cordobeses, o el gerenciamiento del IPAM (hoy APROSS) que presta un servicio inexistente y es una de las tantas “cajas” de De la Sota y Schiaretti.
Tampoco parece importarle a Pichi Campana que De la Sota haya propuesto de Intendente al ucedeísta Germán Kammerath quien luego destruyó la ciudad, o que la deuda de la provincia sea de 12.000 millones de pesos (algo más de 2 presupuestos anuales).
Pero más allá de estas consideraciones está el rótulo de Kirchnerista que dice tener. Si es asi ¿Por qué nunca opinó sobre la política actual de Derechos Humanos? Siendo esta una de las principales políticas de estado del gobierno nacional y siendo la Ciudad de Córdoba una de las principales víctimas del terrorismo de estado.
¿Por qué sus asesores políticos son todos de universidades privadas elitistas e incluso ex asesores de Germán Kammerath y Ramón Mestre?
En definitiva creemos que a Pichi Campana lo único que lo mueve es su ambición desmedida y su oportunismo político vacío de convicciones.
Para los cordobeses que luchamos contra el proyecto político de impunidad y corrupción; lleno de negociados a espaldas del pueblo que representan De la Sota y Schiaretti, es imprescindible que Luis Juez sea Gobernador de la Provincia y que Daniel Giacomino sea Intendente de la Ciudad.
Derrotando a De la Sota y a Schiaretti podremos abrir un nuevo aire en la Provincia para quienes queremos una Córdoba pujante y progresista, que esté en la misma sintonía de crecimiento, distribución de la riqueza e inclusión social de la Nación con el Presidente Néstor Kirchner.
A Héctor Pichi Campana poco le importa o le da lo mismo. Sus ambiciones personales están muy lejos de los sueños, las necesidades y el proyecto de los cordobeses.
