martes, 5 de junio de 2007

Comencemos por proteger a los niños

Por: Dr. Raúl Jimenez - Concejal de la Ciudad de Córdoba
A fines de diciembre fue aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba el proyecto de ordenanza que regula el transporte de los menores de 12 años como acompañantes de motocicletas y ciclomotores. Esta ordenanza fue impulsada con el convencimiento de que nuestra ciudad está a las puertas de una epidemia provocada por la gran cantidad de accidentes motociclísticos que se producen a diario y que por ello necesita una regulación que tienda a prevenirlos.

La propuesta.

La ordenanza establece una prohibición absoluta para que los niños de 0 a 6 años de edad sean acompañantes de moto vehículos, y una prohibición relativa o una excepción -según se lo quiera apreciar- para que aquellos niños de 6 a 12 años puedan ser acompañantes, siempre y cuando el conductor sea uno de los padres o persona autorizada por ellos y lleven el correspondiente casco protector que exige el Código de Tránsito. Correlativamente se establece en el Código de Faltas Municipal una sanción de 70 pesos para quienes incumplan esta norma.

Acorde a la naturaleza preventiva de la misma, establece un periodo de divulgación y educación a los ciudadanos sobre los peligros de transportar a menores en motocicletas; y entrara en vigencia a partir del 2 de abril del presente año.

Para entender esta iniciativa es necesario conocer la escalofriante cifra de 3000 accidentes por año que se reportan en el Hospital de Urgencias y que tienen como protagonistas a estos vehículos. A estas cifras hay que sumar las que aporta el Hospital Infantil Municipal y el Hospital de Niños Provincial. Como dato adicional es importante señalar que hacia fin de año habrá en nuestra ciudad 150.000 motos habilitadas, lo que nos da una magnitud del universo que intentamos ordenar y reglamentar.

Repercusiones

Las repercusiones que ocasionó esta propuesta fueron múltiples y disímiles. Se la asoció en forma equivocada con la norma que exige el uso del casco protector a los adultos que conducen motocicletas (norma que a simple vista no se cumple en la realidad); se cuestionó su exigibilidad (se mencionó que era una norma de adorno) y se llegó incluso a decir que perseguía un fin recaudatorio. Me tomo licencia en estas líneas para aclarar estos aspectos.

Esta propuesta no tiene un fin recaudatorio sino educativo. El objetivo es que cuando un padre suba a un niño a una moto reflexione que está poniendo en riesgo la vida de su hijo y que por ende desista de ello.

Tampoco se emparenta con la exigencia del uso del casco protector, ya que no existen ni cascos protectores ni otra medida de seguridad para niños de 0 a 6 años de edad; y si quienes conducen las motos no los usan, difícil es suponer que los usarán los menores.

En este proyecto estamos jerarquizando los derechos de los niños a través de una normativa que le brinda protección y cuidado necesarios para su salud y bienestar, independientemente de la conciencia, deberes y responsabilidad de los padres.

La norma intenta poner racionalidad en un sistema de control del tránsito que tiene vacíos legales o situaciones sin contemplar. ¿Como puede ser que los niños no puedan sentarse en los asientos delanteros de los automóviles, muchos de ellos con sistemas modernos de seguridad, y sí puedan ser transportados en motocicletas? Esto es algo que la norma intenta corregir.

Dicen los hombres y mujeres de derecho que el éxito de una norma se da cuando la sociedad en su conjunto se apropia de la misma, la internaliza, queda dentro de la conciencia colectiva y pasan a ser los propios ciudadanos quienes ejercen el control y exigen su cumplimiento. Tengo la esperanza que ello suceda con esta iniciativa y que de esta forma revaloricemos la vida y la convivencia social desde el respeto y el cuidado de los mas débiles y expuestos, en este caso nuestros niños.

Queda aún mucho por debatir, discutir, difundir, y sobre todo educar. Deben participar de esto los ciudadanos, las distintas Áreas de Salud, de Transito, de Protección Humana, Desarrollo social de la Municipalidad para que la protección de nuestros niños sea una prioridad política en nuestra ciudad. Si lo hacemos será señal de que estamos creciendo y será nuestra querida Ciudad de Córdoba la primera del país en contar con esta normativa.